Cómo cuidar una chinchilla: guía básica

Cómo cuidar una chinchilla

Dientes largos, orejas grandes y pelo suave. Así es el roedor que conquista corazones en los hogares españoles. ¿Qué más sabes de las chinchillas?

Uno de cuatro hogares españoles cuenta con una mascota entre sus residentes habituales. Pájaros, perros y gatos encabezan la lista de los animales domésticos más comunes [sí, las aves ocupan la primera posición de la clasificación]. Pero, poco a poco, otras especies van escalando posiciones, como es el caso de las tortugas, los hámsteres, las chinchillas o los hurones (recuerda que son mustélidos, no roedores como los dos anteriores). Sin embargo, el conocimiento sobre sus cuidados no está tan extendido. En este post, te enseñamos cómo debes cuidar una chinchilla para que la convivencia en casa sea perfecta y tengas a este pequeño mamífero «en palmitas».

Las chinchillas son mascotas muy cariñosas y fáciles de cuidar con una guía básica #chinchilla #mascotas Clic para tuitear

Las chinchillas, esos tímidos roedores

Las chinchillas domésticas son pequeños mamíferos de incisivos largos y pelaje suave y denso (de cada folículo pueden salir hasta 50 pelos). Aunque necesitan grandes espacios, no suelen alcanzar el kilo de peso, siendo las hembras ligeramente más grandes que los machos. Hasta que se adaptan al entorno y a la familia, las chinchillas pueden ser tímidas y asustadizas. Pero se convierten en seres cariñosos y muy expresivos en cuanto encuentran su sitio en el hogar. Además, son muy sociables y odian la soledad. Por ello, no descartes acabar con más de una (a poder ser, macho y hembra) bajo el mismo techo.

Chinchilla

Esta es la teoría. No parece difícil convivir con una chinchilla, ¿verdad? Pues bien. Antes de que adoptes uno de estos graciosos roedores, necesitas saber qué necesita para llevar una vida larga y plena (pueden vivir hasta 20 años con nosotros). Toma nota.

¿Qué necesita una chinchilla? Cuidados básicos

Las chinchillas son roedores de apariencia entrañable, pelo muy suave y personalidad reservada. Por todo ello, no tardan en convertirse en una muy buena opción para las familias. Pero antes de llevar a la nueva mascota a casa, es necesario conocer cómo cuidarla:

  1. La jaula adecuada. Una chinchilla necesita un espacio amplio, seguro y con niveles para que pueda jugar a su antojo. Por ello, debes adquirir una jaula de grandes dimensiones, con una base de madera maciza o plástico duro y barrotes próximos entre sí (si el animal consigue meter la cabeza entre ellos, acabará por colar el cuerpo entero y se escapará).
  2. Los básicos. Una vez elegida la jaula, no pueden faltar: heno, juguetes de madera, piedra pómez para roer, escondites, bebedero (tipo biberón) y comedero, sustrato ecológico y un arenero para el baño.
  3. La dieta de las chinchillas. Estas mascotas tienen sus preparados alimenticios específicos en las tiendas especializadas. Pero, además, puedes completar su alimentación con vegetales verdes y, en ocasiones, con fruta.
  4. La temperatura. Las chinchillas son animales de climas fríos. Por eso, su jaula no puede estar en una estancia a más de 25ºC. También es recomendable evitar las corrientes de aire, la luz directa del sol y el contacto directo con otros animales.
  5. Los baños de arena. Uno de los hábitos más curiosos de estos roedores es el de la higiene diaria. Para llevarla a cabo, necesitan arena y no agua, una arena especial y fina en la que se revuelcan con hipnotizante felicidad. Gracias a esta rutina, consiguen fortalecer y cuidar su pelo. Echa un vistazo al proceso en el siguiente video:

¿Tienes una chinchilla? ¿Qué te convenció para llevarla a casa?

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