Te habrás preguntado sobre la mascotas puedes llevar en un camión muchas veces si, por tu profesión, tienes que andar viajando en un vehículo de carga y te gustaría hacerlo en compañía de tu perro o cualquier otra mascota. La normativa es bastante clara en lo que se refiere a llevar animales de compañía en el autobús, o el avión, pero… ¿qué pasa cuando queremos hacerlo en un vehículo como un camión?
Lo cierto es que son muchas las dudas que surgen al respecto, y que es algo que tenemos que tener bien claro si no queremos enfrentarnos a una multa por incumplir la normativa vigente de tráfico mientras vamos conduciendo. Veamos a continuación todos los detalles.
Los conductores de camiones a menudo tienen que pasar muchas horas en carretera, y no siempre es posible hacerlo en compañía de otra persona (además, muchos conductores prefieren viajar solos); por eso es normal que muchos de estos profesionales opten por una mascota, por ejemplo un perro, aunque la elección del animal o de la raza dependerá de cada persona.
Si optamos por un perro -la opción más común, ya que podemos sacarlo a pasear fuera de la cabina del camión- es importante que el animal tenga el microchip y cuente con las vacunas y permisos necesarios, y que además nuestra mascota lleve un collar con datos de identificación, una correa, y -si fuera necesario- un bozal. Consulta con el veterinario antes de llevar a tu perro o cualquier otra mascota de viaje sobre la documentación necesaria, por ejemplo el pasaporte para animales de compañía.
Además hay que tener en cuenta que, por muchas ganas que tengamos de llevar una mascota con nosotros, hay empresas de camiones que no aceptan que sus conductores lleven animales consigo, tal y como nos comentan desde la oficina de IVECO en Valladolid, donde nos recuerdan que hay casos en los que la empresa puede incluso despedir al empleado o sancionarle, y recomiendan que sólo los chóferes con al menos 6 meses de experiencia al volante viajen con mascotas.
A la hora de escoger la raza del perro para llevar en el camión, hemos de tener en cuenta una serie de consejos que pueden ser muy útiles. Para empezar hay que pensar en el tamaño: un Chihuahua puede parecer a priori menos atractivo que un Gran Danés o un Pastor Alemán, pero sin duda si tenemos en cuenta las horas que pasaremos encerrados con él en la cabina, un perro de grandes dimensiones es un problema.
Otro factor a tener en cuenta es el pelo, puesto que las razas de pelo largo pueden ser un gran inconveniente en épocas de caída. También hay que pensar en el nivel de actividad de cada raza: algunas como los Fox Terriers pueden parecer una excelente elección, pero no si tenemos en cuenta que requieren mucho ejercicio y actividad. Por tanto es mejor optar por razas más tranquilas, que puedan permanecer en calma en ruta, y salir a jugar ya cuando hagamos una parada.
Por último un factor que puede ser determinante para algunas personas a la hora de escoger la raza a llevar en el camión, es el objetivo que busquemos al tener un perro en la cabina. Hay personas que buscan simplemente una compañía «no humana», por lo que deberán tener en cuenta los consejos anteriores; sin embargo si el objetivo que perseguimos es también contar con protección o seguridad para nosotros y el vehículo, un perro pequeño no es una opción.
El Artículo 18.1 del Reglamento General de Circulación especifica que todo conductor de un vehículo debe velar por la libertad de sus movimientos al conducir, por tener campo de visión suficiente y por poder mantener toda su atención en la conducción para garantizar su seguridad y la de los demás. No hay una normativa específica para camiones, sino que el reglamento habla en general de cualquier vehículo, ya sea coche, moto, camión, furgoneta, etc.
El mismo reglamento advierte por tanto que transportar un animal suelto es un peligro para conducir y puede suponer una multa de 100 euros si el animal va suelto en el vehículo; sin son varios los animales sueltos, o si uno o varios de los animales viajan sueltos en el habitáculo delantero junto al conductor, la infracción se considera grave y la sanción puede llegar a los 200 euros, aunque no acarrea pérdida de puntos.
Por tanto hay que habilitar formas seguras de transportar a nuestra mascota mientras vayamos circulando; si se trata de un animal o un perro de pequeño tamaño, lo mejor es optar por un transportín, que debe ir en el suelo o en caso contrario, sujeto por los cinturones en el asiento trasero.
Si es un animal grande, habrá que habilitar un espacio para él en la parte trasera, separado con una red del conductor, o -más seguro en caso de impacto- colocarle un arnés de seguridad especial enganchado al asiento, para evitar que el animal salga disparado y se lesione él o también a nosotros en caso de accidente. Recuerda: la cuestión no es saberlo todo sobre la mascota que puedes llevar en un camión… sino de hacerlo de forma segura para ambos.