Cómo viajar con un gato sin estrés

Viajar con gato

Los viajes pueden ser un suplicio para los gatos y una odisea para sus dueños. Si quieres conseguirlo sin grandes sufrimientos, apunta estas claves.

Un mínimo cambio de decoración, la ausencia de su dueño durante varios días o una simple visita al veterinario es, para la mayor parte de los gatos, un auténtico sufrimiento. Se estresan, pierden el apetito y muestran su nerviosismo con maullidos más lastimeros de lo habitual. La razón es muy sencilla. Por naturaleza, estos animales adoran la tranquilidad, la rutina y la inmovilidad de su hogar. Todo lo que se salga de la costumbre, les genera una notable y creciente sensación de estrés.

También los viajes. En casos puntuales o en pequeñas salidas vacaciones, lo habitual es que los dueños dejen a su gato en casa a cargo de una persona de confianza. El minino se sentirá extraño pero, al menos, sabrá dónde esconderse del intruso. ¿Qué pasa con los cambios de residencia o los viajes de larga duración? Que debemos encontrar la manera de minimizar los efectos del cambio en nuestra mascota. Te damos algunas claves.

Cuando no le miras, se mete en tu maleta. Pero tu gato odia viajar #catlovers #gatosviajeros Clic para tuitear

Viajes en coche

Es una de las mejores opciones para viajar con gato, salvo que la distancia a recorrer sea muy larga. En un vehículo privado, el animal puede sentir mejor tu presencia y, así, rebajará su nivel de estrés. También podrás hablarle y tocarle para que normalice la situación y acabe acostumbrándose.

¿Cómo debes viajar con tu gato en coche?

  • El animal debe viajar dentro del transportín (por ley). Este puede ir colocado en el suelo de la parte de atrás del habitáculo o sobre los asientos, sujeto con el cinturón de seguridad. Y siempre bien cerrado, para que no haya fugas inesperadas.
  • Evita, en la medida de lo posible, ruidos fuertes o movimientos bruscos. Háblale con suavidad, sin grandes sobresaltos, y evita la música alta.
  • Nada de comida en las horas previas, para evitar imprevistos intestinales durante el trayecto.
  • Haz paradas cada cierto tiempo para sacar al gato del transportín (dentro del coche), darle agua, permitirle estirar las patas…
  • NUNCA dejes a tu mascota dentro del coche solo. Aunque queden las ventanas ligeramente abiertas. En este post, ya te explicamos las razones.

Viajes en transporte público: por tierra, por mar y por aire

Ojalá existiese la opción del teletransporte. Al menos, en aquellas ocasiones en las que tenemos que viajar con gatos. De momento, solo podemos recurrir al avión, el autobús, el tren y el barco. Y, en casa uno de ellos, nos encontramos diferentes limitaciones y normativas sobre los trayectos con mascotas. Te las resumimos.

Cómo viajar con gato en autobús/tren

Según la legislación, los animales no pueden viajar en el habitáculo de pasajeros a no ser que el vehículo disponga de un espacio especialmente reservado para ellos. La opción en la gran mayoría de las líneas de autobús es llevar el transportín en bodega, junto a las maletas o en un compartimento a parte. Así lo explican, por ejemplo, en la web de Alsa. Pero, a pesar de todas las condiciones de seguridad, el nivel de nerviosismo e incomodidad que pueden alcanzar es indescriptible. Por ello, siempre es mejor buscar otras alternativas.

En el caso del tren, los gatos deben viajar en un transportín rígido con rendijas y contar, además, con el beneplácito del resto de los pasajeros. No ocupan plaza, por lo que no pagan billete. Pero se debe avisar a la compañía con antelación. Renfe da todos los detalles en su página.

Tu gato no puede salir de casa sin documentación, correa ni transportín #gatosviajeros Clic para tuitear

Cómo viajar con gato en avión

Las aerolíneas ofrecen dos posibilidades a los dueños de mascotas. La primera, que el animal viaje en cabina, en un transportín colocado debajo del asiento delantero. La segunda, en bodega de equipajes, también en un habitáculo con todos los enseres necesarios para que el gato pueda viajar con comodidad y hacer sus necesidades.

En cualquiera de los casos, además de adecuar el habitáculo para que el animal tenga todas sus necesidades cubiertas durante el trayecto, también será necesario llevar una correa o arnés. La explicación es muy sencilla: tu mascota tendrá que pasar el control de seguridad como cualquiera de los mortales. Cuando sea vuestro turno, cógelo en cuello, agárralo con suavidad y, sobre todo, intenta no transmitirle la tensión propia de estos momentos previos al embarque. Si necesitas información más detallada, no te pierdas lo que ya contamos sobre los viajes en avión con animales.

Gato a bordo: viajes con gato en barco

La mayor parte de las compañías especializadas en cruceros no permiten animales a bordo (salvo los perros de asistencia). Según dicen, para ofrecer el mejor servicio al resto de pasajeros. En las operadoras de ferry como BaleariaTransmediterránea o Grimaldi tu gato sí es bienvenido, pero debes cumplir con su normativa y respetar los derechos del resto de los viajeros.

Cómo viajar con gato

Además de tener en cuenta todas estas claves, no te olvides de la documentación necesaria para viajar a otros países con tus animales. ¡Ah! Y si cualquiera de estas opciones de viaje con gato se hace inviable, piensa en la posibilidad de recurrir a las agencias de transporte especializadas.

¿Sueles viajar con tu gato? ¿Cómo se comporta?

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